La compañía filial de ICL acusada planteó un recurso ante la CNC hace más de un mes
El sector dice que la firma minera incumple normas, lo que le da ventaja en el mercado
AGUSTÍ SALA
BARCELONA La patronal de la sal, Afasal, ha denunciado ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) a uno de sus asociados, Iberpotash -filial del grupo israelí ICL-. Esta organización considera que la firma que explota las minas del Bages, en las que lleva 10 años como socio, podría estar vulnerando «la normativa vigente y los principios de leal competencia».
La junta de Afasal sigue con esta
iniciativa el mandato de la asamblea celebrada el 5 de noviembre.
Entonces se le facultó para estudiar medidas contra Iberpotash. El
análisis legal de Stefan Rating ha avalado la denuncia por posibles
incumplimientos en materia de minería, medioambiente y urbanismo, que
podrían haber dado a la firma «una posición de ventaja competitiva».
Uno de los fundamentos de la denuncia procede de un informe hecho por el despacho de Ramon Folch, del que informó EL PERIÓDICO. En este se denunciaba que la Generalitat ha invertido al menos 200 millones de euros en los últimos 30 años para paliar la salinización del Llobregat, que suministra agua al área metropolitana de Barcelona, por las explotaciones de potasa en el Bages. Desde 1998 están en manos de Iberpotash. Según el informe, el Govern ha asumido inversiones que debería haber hecho la empresa.
Pero fuentes de Iberpotash aseguraron ayer que la compañía denunció el 9 de noviembre a Afasal, y al grupo francés Salins, ante la CNC, poco después de la asamblea de
Afasal en la que se abstuvo.
MÁS Y MEJOR / La filial de ICL atribuye la decisión de la patronal salinera a una «guerra comercial». Según un portavoz, «temen que entre en el mercado sal de mayor calidad y en mayor cantidad» a raíz del proyecto de ampliación (Phoenix) de Iberpotash en Súria. También denuncian a Salins, que tiene salinas en Cádiz, Almería y Alicante, porque entienden que este grupo francés está detrás de la «campaña» contra Iberpotash.
Por su parte, José Juan Pérez Solero, vicepresidente de Afasal, afirmó que de los estudios se desprende que la minera «no cumple la legislación medioambiental y el aval que depositó para cubrir posibles daños es a todas luces insuficiente». Pérez Solero, representante de Salins en España, recuerda que Afasal encargó el estudio a Folch después de que Iberpotash diera a conocer que eliminaría las montañas de sal (los residuos de la producción de potasa), y eso, dijo, «no es cierto».
Por su parte, los colectivos Prousal y Montsalat han convocado para el sábado una asamblea en Sallent para tratar sobre Iberpotash, que cerrará las minas de la localidad para concentrase en Súria, y pretende ampliar las montañas de sal en el municipio. También se tratará sobre las denuncias interpuestas ante los tribunales por estas cuestiones.
BARCELONA La patronal de la sal, Afasal, ha denunciado ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) a uno de sus asociados, Iberpotash -filial del grupo israelí ICL-. Esta organización considera que la firma que explota las minas del Bages, en las que lleva 10 años como socio, podría estar vulnerando «la normativa vigente y los principios de leal competencia».
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Información publicada en la página 26 de la sección de Economía de la edición impresa del día 13 de diciembre de 2012 VER ARCHIVO (.PDF)
Uno de los fundamentos de la denuncia procede de un informe hecho por el despacho de Ramon Folch, del que informó EL PERIÓDICO. En este se denunciaba que la Generalitat ha invertido al menos 200 millones de euros en los últimos 30 años para paliar la salinización del Llobregat, que suministra agua al área metropolitana de Barcelona, por las explotaciones de potasa en el Bages. Desde 1998 están en manos de Iberpotash. Según el informe, el Govern ha asumido inversiones que debería haber hecho la empresa.
Pero fuentes de Iberpotash aseguraron ayer que la compañía denunció el 9 de noviembre a Afasal, y al grupo francés Salins, ante la CNC, poco después de la asamblea de
Afasal en la que se abstuvo.
MÁS Y MEJOR / La filial de ICL atribuye la decisión de la patronal salinera a una «guerra comercial». Según un portavoz, «temen que entre en el mercado sal de mayor calidad y en mayor cantidad» a raíz del proyecto de ampliación (Phoenix) de Iberpotash en Súria. También denuncian a Salins, que tiene salinas en Cádiz, Almería y Alicante, porque entienden que este grupo francés está detrás de la «campaña» contra Iberpotash.
Por su parte, José Juan Pérez Solero, vicepresidente de Afasal, afirmó que de los estudios se desprende que la minera «no cumple la legislación medioambiental y el aval que depositó para cubrir posibles daños es a todas luces insuficiente». Pérez Solero, representante de Salins en España, recuerda que Afasal encargó el estudio a Folch después de que Iberpotash diera a conocer que eliminaría las montañas de sal (los residuos de la producción de potasa), y eso, dijo, «no es cierto».
Por su parte, los colectivos Prousal y Montsalat han convocado para el sábado una asamblea en Sallent para tratar sobre Iberpotash, que cerrará las minas de la localidad para concentrase en Súria, y pretende ampliar las montañas de sal en el municipio. También se tratará sobre las denuncias interpuestas ante los tribunales por estas cuestiones.
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